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martes, 2 de marzo de 2010

Luces, Cámara, ¡Transculturización!


Como diría Alí Primera: “Y he aprendido a cagarme en la libertad que defiende Superman, porque para algo debe servir la mierda en esta vida”. Más razón no podría tener.


Desde pequeños nos bombardean con series, comiquitas, películas, propagandas, todas hechas en el norte. Por ser hechas en el norte, es obvio que van a defender y promover las costumbres del norte. Vamos creciendo con ello, vamos creciendo con Superman, Chuck Norris, Rambo, Robin Hood, Transformers, etc. Y vamos creciendo queriendo ser como ellos, ser como los buenos que defienden a la población indefensa de los malos. La valentía, el altruismo, la hermandad, la solidaridad… ¡Que valores tan hermosos los que profesan nuestros amigos Hollywoodenses!

Nos enseñan con sus películas que son los gringos los arrechos, los salvadores de la humanidad, es por ello que nosotros, “la población indefensa”, debemos confiar en ellos, debemos confiar en su altruismo extremo y dejarlos que tomen las decisiones de nuestro mundo. ¿O es que tú has visto alguna vez a un morenito de ancha nariz, bembón y con unos dreads, usando una capa y con superfuerza, surcar los aires de nuestro planeta en búsqueda de los chicos malos? ¡No seas absurdo!


Basta darle un vistazo a las películas gringas para darnos cuenta que estos tipos son unos superpoderosos. Si nos ponemos a ver la película “El día de la independencia” a la final concluiremos que: Si llega una especie extraterrestre a nuestro planeta con planes de socializar, invadir o lo que sea, los gringos deben ser los adecuados para enfrentarlos, puesto que ha quedado demostrado que los vencerán. Con los gringos basta y sobra, no hace falta que el resto del mundo se entrometa, ellos son los autorizados a mediar en nombre del mundo entero, ellos serán nuestro Libertador, El Simón Bolívar del planeta pues. Ahora, si no te gustó esa película, podemos ponernos a ver Transformers, es la misma vaina, sólo que con carritos bonitos. Los carritos buenos están de nuestro lado por supuesto, están “viviendo” en gringolandia y dialogan con el gobierno gringo. Carritos y gringos juntos tomando las decisiones por todo el planeta, puesto que ellos son los autorizados a tomar decisiones de tal envergadura. Es como cuando somos chamitos y nos citan el representante o cuando papá nos compra un regalo para que se lo demos a mamá en el día de las madres. Los gringos son nuestros representantes pues.


¿O quieren hablar de las típicas películas/series a lo Chuck Norris, Rambo, John McClane, MacGyver, etc? Los tipos son unos gringos arrechos que con un cortaúñas y mucho altruismo y hermandad, se meten en la selva del Guaviare (Colombia) y solitos matan a todos los guerrilleros de las FARC, ELN, Paracos y narcos. Además, rescatan a todos los rehenes, todos sin un rasguñito. Y para ponerle algo de romanticismo a la historia, a lo mejor se enamoran de una de las rehenes. La misma historia se repite en muchas películas, solo que cambian a los protagonistas (claro, siguen siendo gringos) y la locación: Vietnam, México, Afganistan, Nigeria o cualquier otro lugar del tercer mundo (esto se debe a que el tercer mundo es el principal productor y exportador de gente mala). Despues de ver una película de estas, uno queda pensando: “Verga, estos gringos tienen razón. Ojala que aquí en el tercer mundo tuviéramos ese nivel de hermandad, patriotismo, altruismo y solidaridad… Lástima que solo tenemos a unos gobernantes terroristas populistas comunistas que son muy malas personas y deben ser eliminadas para así instalar la democracia con colores blanco, azul y rojo”. Nos enseñan que nosotros, por no seguir los intereses gringos, somos malos y ellos son los buenos. Nos enseñan que los valores de hermandad y solidaridad que tanto profesa el socialismo, no pueden ser profesados por el socialismo sino por los gringos, así que nosotros por ser socialistas, somos terroristas. No entendí un coño, pero ellos deben tener la razón.


Y pues, ¿Cómo no hablar de ‘Avatar’? La película es la perfecta película gringa. Primero, van a una tierra que no les pertenece a imponer sus caprichos, solo porque pueden, solo porque son poderosos. Van a decirles: “dame tus recursos naturales”, les dicen que no y los bichos comienzan su operación militar salvaje y criminal. Nada distinto a lo que pasa en la realidad. Luego, llega el rambo socialista. El muchacho es un arrecho, él solito en unos días se vuelve en el más arrecho de la tribu, el muchacho muestra un amor hacia sus nuevos hermanos, una solidaridad, un altruismo, una vaina arrecha pues, puro amor el muchacho. El bicho se monta en el pájaro ese cuando ninguno de la tribu lo podía hacer, claro, como es el gringo, lo hace rapidito pues. Entonces después de que lidera la rebelión de la tribu, vencen a los gringos y les dan una lección de principios. Termina toda feliz y a todos se nos erizó la piel. Ahora, esa es la parte que no corresponde a la realidad. Normalmente no hay un rambo socialista que defienda los principios y derechos de los menos poderosos, normalmente los gringos destruyen toda vaina y se salen con la suya. Normalmente no está ese final feliz. Pero como ya hemos visto ‘Avatar’, nosotros pensamos que esos militares gringos en verdad son unos rambos socialistas, en verdad se la están comiendo en sus guerras y aplicando justicia. Ellos pueden hacer lo que les venga en gana, nosotros igual los veremos como unos rambos socialistas.


No digo que las películas sean malas, yo las he visto. También se me ha puesto la piel de gallina en algunas escenas, pero debemos ver la foto desde más lejos para poder verla completa. El detalle no es la calidad de la película, sino el mensaje: Nosotros somos más arrechos que ustedes, nosotros somos los representantes del mundo, nosotros somos buenos y altruistas, nosotros somos el país de la libertad, nosotros somos lo que tú quieres ser.


Y poco a poco, el mensaje va llegando a todos nosotros, sobre todo a los más chamines.