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jueves, 25 de febrero de 2010

El terrorista tiene miedo


Siento que estoy equivocado cuando veo Globovision y siento terror. Según lo que los medios me han enseñado, debo sentir terror cuando veo un tipo barbudo con una sábana en la cabeza; debo sentir terror cuando veo a un cubano que no vive (ni quiere vivir) en Miami; debo sentir terror cuando veo a un iraní en Venezuela (aunque sólo esté aquí porque tiene una muebleria en San Felix). Esos son los típicos personajes oficialmente calificados como terroristas. Pero globovision es todo lo contrario. ¿Qué me está pasando?

La tele me dice que los cubanos son terroristas... ¿Por qué? Porque son el único pueblo que no ha podido ser derrotado por los gringos, cuyos intentos de invasión y colonización se han estrellado una y otra vez contra la voluntad de un pueblo pequeño en territorio y riquezas, pero enorme en corazón. Solo por eso son considerado terroristas, por no arrodillarse.

Los iranies son considerados terroristas porque, según los poderosos, ellos están tratando de construir una bomba nuclear y adueñarse del mundo. ¿Hay prueba de esto? No. Y si la hay, seguro es parecida a la prueba con la cual se inició la invasión injustificada a Irak. Que irónico que Estados Unidos, siendo el país con más bombas nucleares y el único en haberlas utilizado, esté llamando terrorista a otro solo por querer generar energía nuclear. Entonces, ¿Por qué no son ellos acusados de terrorismo por igual? Porque ellos son los jueces mundiales.

Algo está mal. No siento terror con los "terroristas". Siento terror cuando veo a una señora encopetada en Globovision diciendo que me están espiando por unos bombillos, que mis espermatozoides (no tengo hijos) serán del gobierno y que voy a tener que compartir mi cuarto con el indigente del boulevard. Siento terror cuando veo como un país impone sus deseos imperialistas sobre toda la población mundial y, ustedes, en vez de pelear contra tal disparate, se quedan sentados frente a la tv sin hacer nada, o peor aún, pidiendo a gritos que sea su país el próximo a invadir.

Siento terror cuando veo cómo un país califica de terrorista a otro solo porque no le agrada. Siento terror cuando veo cómo un país que, basado en que posee la "razón absoluta", califica a otro país de terrorista porque éste tiene una percepción de la realidad que no concuerda con esa "razón absoluta". Siento terror cuando veo a Mandela acusado de terrorista, mientras por otro lado, le dan un Premio Nobel por la paz al mayor invasor, asesino y terrorista del mundo.

Siento terror cuando veo la tele, leo el periodico, escucho la radio. La gente bien, bonita, inteligente, instruida, me está diciendo que si sigo pensando como lo estoy haciendo, seré acusado de terrorista. Esa gente me da miedo.

Deben ser cosas mías. Soy yo, junto con el otro 70% de la población mundial, los que estamos equivocados. Mi miedo es infundado, mi miedo no es relevante.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Vacío de odio

Siento que me falta información. Hace par de semanas que no estoy odiando como odiaba anteriormente. Mi canal me estaba dando desde primeras horas de la mañana todo lo necesario para odiar este sistema. Y ahora siento que no tengo argumentos. Que la gente que antes, con rabia, con amargura, con rechazo a todo lo que huela a marginal, me daba el conocimiento necesario para tenerles todo el odio del mundo, ahora la veo cambiada, siento que han perdido el entusiasmo y ojalá mi canal no se convierta en otro cómplice de este sistema despótico y tiránico.

Desde que me dijeron que habían cambiado a mi director, me entraron unos temblores. Pensé que ahora sí había llegado la hegemonía comunicacional. Que si me cambiaron a mi director seguro que ahora me quitan a mis hijos. Lo único que me mantenía en este país era la esperanza de que en cualquier momento este sistema podía venirse abajo, podía derrumbarse, y yo iba a salir a la calle a celebrar con mis vecinos. Con la gente decente. La gente que siempre tuvo el poder en este país. La gente inteligente. La gente que sabe cómo gerenciar un país.

Ahora me siento vacío de odio. Siento que mis niveles de aborrecimiento están bajando. Y la fuente que día a día me cargaba las baterías para seguir detestando a esa chusma, a esas hordas, a esos desdentados, la han separado de su cargo, y la gente que opinaba y que me decía cómo detestarlos hasta más allá de más nunca, ahora están de lo más tranquilos. Eso no se le hace a nadie.

¿Quién va a llenar este vacío? A mí que me expliquen cómo salgo a la calle y miro a la cara a mis vecinos que juntos aborrecemos a esos marginales que creen que tiene a Dios agarrado por la chiva. Seguro que todo ha sido una estrategia. Seguro que Estados Unidos no nos va a abandonar ahora. Ojalá sea todo bien pensado por esa gente. No creo que haya habido una negociación porque la gente decente no negocia con esta chusma. Tiene que haber sido una estrategia de nuestros compañeros de Estados Unidos para calmarnos. Para que copiemos la estrategia de otro canal que se vendió. Seguro que sí. Nos quieren poner mansitos. Nos quieren sacar el odio de un solo golpe.

El hombre, pidió otro whisky y le dijo al mesonero: "Si ves que estoy hablando muchas pendejadas, llamas a mi chofer y le dices que me venga a buscar"

Fuente:
Periódico "Últimas Noticias", edición del día Viernes 19/02/2010.
Autor: Roberto Malaver.
robertomalaver@cantv.net