Etiquetas

lunes, 2 de septiembre de 2013

Los sueños también pagan IVA

Decir "Banco socialista" es tan contradictorio como decir "El agua seca", "Cristianismo feminista" o "La erótica Nitu Pérez Osuna". Pero bueno, estamos en una revolución pacífica en una sociedad ultra conservadora, ciertas cosas deben ser tocadas con guantes de seda. Chévere, no hay lío.

Lío es que el supuesto "banco socialista" siga reforzando la cultura capitalista, incluso más que los otros bancos.

Acá podría hablar sobre cualquier comercial del Banco de Venezuela, pues todos son asquerosos, pero hay uno... Hay uno que se lleva la medalla de oro. Veamos.



Si estudias, trabajas, entrenas o nada. El cine, la casa o el fin en la playa. De toga y birrete, de empleado a jefe. Romance, las velas, comida en la mesa. Si amas, te casas, buscas tu morada. Crece la manada y crecen las ganas. Tu mapa de pronto se hace pequeño. Y sales volando por el mundo entero. Que nada detenga tus sueños bonitos. Sueños de bolsillo, sueños de cartera. Sueños en la mano, sueña lo que quieras. Aquí te apoyamos para lo que sea.

"De toga y birrete, de empleado a jefe". De toga y birrete, pues es obvio que el que no va a la universidad no ha progresado, no ha "echao pa'lante". Después nos preguntamos: "¿De dónde sale tanto desclasado comemierda en esas universidades?". De empleado a jefe, pero claaaaro, porque ser mandado es feo, mandar sí es muy bonito. Nada de igualdad, compa. En esta vida se trata de ser explotador o explotado, y el Banco de Venezuela te aconseja: Pórtate bien para que algún día puedas ser tú el que explote.

"Si amas, te casas, buscas tu morada". Está más que claro: el que ama, debe casarse. El que ama, debe firmar un contrato. El que ama debe encerrar su amor entre palabras y barreras legales. El que ama, debe atarse.

"Crece la manada, crecen las ganas". Esta parte es sensacional. Primero te dicen que debes tener hijos. No uno, ni dos, HIJOSSSS, una manada. Pero mientras cantan "crecen las ganas", en el video se puede ver cómo pasan una serie de autos último modelo, uno más grande que el otro, uno más contaminante que el otro, uno más caro que el otro. Ah, las ganas crecen. Es claro, si amas te casas, luego tienes hijos y compras carro cada 4 años. ¿Cómo? Endeudándote con el Banco de Venezuela. ¿No ves que tener carros y endeudarse es sinónimo de progreso y "echar pa'lante"?

"Tu mapa de pronto se hace pequeño y sales volando por el mundo entero". Acá hay un detalle muy cómico. En el video se pueden ver líneas de viaje saliendo de Venezuela al resto del mundo... ¡Excepto a Estados Unidos! En el Banco de Venezuela pensaron: "Oye no, no pongas viajes a EEUU ahí, mira que no podemos promover el imperialismo ni el capitalismo, nosotros somos socialistas" Jajaja. Como si la cultura capitalista fuese cuestión de un solo país. Como si dejaras de promover el capitalismo en tu comercial porque no promoviste a EEUU. Pendejos.

"Que nada detenga tus sueños bonitos, sueños de bolsillo, sueños de cartera". Los sueños bonitos, son los de bolsillo, los de cartera. Los sueños bonitos son aquellos que puedes pagar, con efectivo o con tarjeta de crédito. El Banco de Venezuela le ha puesto precio, costo, valor comercial, a tus sueños. El Banco de Venezuela te está enseñando que debes soñar con cambiar de carro cada cuatro años, que debes soñar con ser jefe, que debes soñar con viajes y resorts en el exterior. El Banco de Venezuela te está enseñando a mercantilizar tus sueños, a ponerles precio, a ponerles un Bs. o un $ al lado. El Banco de Venezuela te está enseñando que tener una tarjeta de crédito es sinónimo de hacer realidad tus sueños.

¿Y qué pasa con quienes no soñamos con la casa y los hijos y ser jefe y el carro y los resorts y la tarjeta de crédito? ¿Qué pasa con quienes no queremos ponerle un precio a los sueños? Todo lo hemos convertido en una cifra. Tanto tienes, tanto eres. Ahora, ya ni sueños puedes tener sin ponerle una cifra también. Mientras más valen tus sueños, más quieres progresar y echar pa'lante. Tus sueños ya no son sueños, tus sueños ya son productos, son consumos, son facturas, son deudas, son fotos posando al lado de algo con una sonrisa fingida. No te acuerdas de lo que viviste, si sonreíste, si follaste, si abrazaste, no; te acuerdas de cuánto costó y de cuándo vas a terminar de pagarlo.

Lo más contradictorio de todo, es que en el comercial te están trazando una ruta de vida, una línea recta, monótona, sin sobresaltos, sobre lo que será tu vida. Estudias - Eres empleado - Eres jefe - Te casas - Te endeudas por una casa - Tienes hijos - Te endeudas por carros - Te endeudas por viajes - Y sigues trabajando porque debes pagarlo. Te están diciendo que vivir como un robot, como el resto de la manada, siguiendo un guión, un plan, sin sobresaltos, es soñar. Los sueños deben ser vida, sustos, sobresaltos, risas, incertidumbre... Un sueño no puede tener un guión. Un sueño no puede ser una historia finita en el cual ya sabes todo lo que sucederá. Te están haciendo soñar con una rutina. Te están haciendo soñar con la monotonía. Te están haciendo soñar con no soñar.

lunes, 26 de agosto de 2013

Me fui a morir y no pude.

Pi... Pi... Pi... Pi... Pi... Pi... Pi... Pi............ Piiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Listo, me morí.

No habían salido las primeras lágrimas de los ojos de mis familiares y ya habían llegado varías personas. "Venga y firme por acá". "Debemos llamar a no sé dónde". "Tiene que buscar el certificado de que su dolor es genuino". "Debe buscar una ropa decente, ¡primero muerto que parecer pobre!". "¿Ya conoce nuestros cómodos planes de financiamiento?"

Yo estaba callado, inerte, poniéndome frío, pero podía escucharlos. Entre el llanto, entre el dolor, ellos tenían que ir a buscar un certificado, algo que les dijera que yo de verdad estaba muerto. Otros fueron a buscarme ropa, y la más bonita, por cierto. Porque es muy útil para un muerto estar bien vestido cuando los gusanos vayan a devorarlo.

18 mil bolívares. DIECIOCHO MIL BOLÍVARES. Eso fue lo que tuve que pagar, aún estando muerto, para que me pudieran rellenar de químicos y algodón para luego ser exhibido en un altar morboso y repugnante, y así pudieran venir a ver mi cuerpo sin vida. ¿Puede existir algo más sádico que contemplar un cadáver? Además que yo, que nunca he regalado flores ni a una novia, tuve que pagar varias coronas para mí mismo. A mil bolos cada una. Yo mismo me llevé flores. Y ni las vi, porque estaba muerto. Sí, soy un muerto que le gusta llevarse flores a sí mismo. ¿Tiene sentido esto?

Oye, y llegó el sacerdote. Vino a decirme que yo voy a vivir una eternidad al lado de unicornios y mujeres en pelotas. Claro, a él la funeraria le paga por decirme eso. El muy cabrón no sabe quién era yo, pero dice que fui bueno y que tengo a Dios agarrado por la barba. Y no conforme con esto, pasa una canastita para que, en medio del dolor, mis familiares y amigos puedan darle algo pa los frescos. ¿Ven? Muy cristiana la cosa.

Luego de pagarme mi espectáculo, me dijeron que debía pagar mi lugar de eterno descanso. ¿Eterno descanso? ¡Pero si yo no me voy a quedar ahí para siempre! En unos años sólo quedará polvo. Aún así, debo pagar mi "Cristiana sepultura". Yo, ateo, debo pagar mi cristiana sepultura. Y, es tan cristiana, que el hueco en la tierra donde voy a pudrirme, cuesta la modesta suma de 34 mil bolívares. Sí, yo voy a pagar 34 mil bolívares para que me tiren en un hueco y luego corten la gramita encima de mí. Porque eso es algo que valoramos los muertos, una gramita verdecita cortada al ras. Nos ayuda a ser felices en nuestra inexistencia.

Y como si eso no fuera poco, me dicen que también debo pagarme la lápida. Una lápida vendría siendo como una identificación, como un número de casa (hueco) para que Ipostel pueda llevarme las cartas que nosotros los muertos solemos recibir con tanta frecuencia. Además, también se puede escribir algo para agrandar mi ego, algo como "Aquí yace el negro más sabroso que ha parido esta tierra" o una vaina así, porque el ego es bastante importante para nosotros los muertos. No importa si fuimos felices, importa es cómo nos recuerden. Ese pequeño detalle me cuesta 7 mil bs. Siete mil. Sí. Y todo para que Ipostel se tarde una eternidad en entregarme mis vainas.

Yo, muerto, pensé: "Esta gente se alegra cuando la gente muere. Esta gente vive feliz, sonriendo, porque hay gente que muere. Y ellos dicen frases como 'Este fin de semana estuvo bueno' porque ese fin de semana seguro hubo muchos muertos. Cada lagrimita tiene un precio, cada grito desconsolado significa una sonrisa para ese agente de ventas. Cada familiar dolido significa una costosa corona de flores. Cada ojera significa una taza de café que nos hacen creer que es gratis porque son muy comprensivos con nuestro dolor. Yo me morí, y no escatiman en gastos. Mientras más gastan, más me quisieron. Mercantilizamos el amor, el dolor, la vida y la muerte. Ya hasta pa morirse hay que tener plata".

Me arreché, me paré y maldije a todos. Prefiero vivir como zombi que deberles hasta mi culo lleno de gusanos a esta gente.

martes, 13 de agosto de 2013

Mis boxers empequeñecen mi ego y mi pipí

En El Palacio del Blumer (Palacio, Imperio, Reino, Taj Majal o cualquiera de esas tiendas donde venden boxers y Reduce Fat Fast) los boxers salen demasiado costosos -o es que yo soy un maldito pichirre- y es difícil conseguir unos que NO SEAN estampados en animal print con fucsia.

Resumiendo y sin tanta mariquera: la cosa es que decidí recurrir al sitio de todo pichirre y miserable: Comprar en MercadoLibre. Me compré -al mayor, claro- unos muy supuestos y sensuales ORIGINALES boxers "Calvin Klein".

Resulta ser que, mis "muy baratos boxers", costaron mucho menos que los mismos "muy de calidad boxers" que había comprado cierto familiar. Cierto familiar los compró en una muy prestigiosa tienda Calvin Klein en la muy chic Margarita. En esa en la que te condonan impuestos por tener dinero y consumir mucho y en la que te crees muy más que el otro por comprar Toblerone y whisky con una raya roja.

Y comenzó esa discusión, tan adorable, tan idiota, pero tan trascendental:

-Tus boxers son chimbos, son piratas, costaron muy poco.
+Pero yo los veo bonitos, los veo igual de resistentes y cómodos que los tuyos.
-Pero no son originales, ¿En qué empaque vinieron? "¿Hecho en China?" JAJAJAJAJAJAJAJA.
+No, fueron hechos en Israel, igual que los tuyos.
-Ah mira, le pusieron esmero al imitarlos.

Y yo, sin justificación alguna, caí en la discusión. Le dí la razón.

No discutíamos sobre el ahorro, no discutíamos sobre el material del boxer, no discutíamos sobre el material de la liga, ni sobre su diseño, ni sobre su duración, ni sobre su lugar de fabricación... Discutíamos sobre su costo. No su calidad, no sobre su comodidad, no sobre su diseño, NO. Discutíamos sobre su costo. Su costo determinaba su calidad, su originalidad, el prestigio del que lo usaba y quizá el tamaño de su pene y hasta el líbido de la pareja.

Su costo determinaba su ego. Su costo determinaba lo que podía pagar. Su costo determinaba quién era y a quién podía engañar. Su costo le daba seguridad. Su costo le daba sonrisas. Su costo le daba felicidad.

No importaba nada más, sino el costo que podía demostrar que había podido pagar por ello.

No importaba nada más, sino el "mira, esto cuesta bastante y yo lo pude pagar: Mira, yo soy bastante".

Y yo, con mis boxers piratas, cómodos, pero piratas al fin, sentí cómo mi ego se empequeñecía y también mi pipí.


domingo, 4 de agosto de 2013

Su primer día haciendo revolución

Se despertó asustada, angustiada, desesperada, buscando su celular o algún reloj que le pudiera decir la hora. Estaba a tiempo. La verdad es que despertó primero que el sol. Fue al baño, intentó cagar pero no pudo; su intestino aún no se acostumbraba a cagar a esa hora. Se echó un baño de agua fría, se vistió, perfumó y, aunque bostezaba cada 5 minutos, salió a la calle. Hoy es el primer día en su nuevo trabajo.

¿Qué peor manera de empezar en tu nuevo trabajo que llegar tarde el primer día? Juliana llegó con 15 minutos de retraso y con la blusa empapada de sudor. Tuvo que caminar 6 cuadras a la velocidad de la luz. Los bostezos que había sufrido anteriormente eran la advertencia de que se iba a quedar dormida en el autobús.

En la oficina todos la esperaban, pues era costumbre que "la nueva" hiciera el café en su primer día. Así que Juliana, quien no bebe café, fue a cumplir con el ritual laboral e hizo el café. Le quedó serrero. Pero bueno, así me gusta a mí, no sé a los compañeros de Juliana.

A Juliana le dieron una gran chaquetota, un lapicero y una taza; todo con el logo de la institución para la cual ahora trabaja. Así que Juliana, la que no toma café, ese día comenzó a tomar café para estrenar su taza.

Fue a su cubículo, se sentó en su silla, frente a su computador y puso su taza en el escritorio. Había traído ciertas cosas consigo para hacer más feliz su primer día: Colocó en su escritorio un portaretratos con una foto de ella y su familia; Colocó una virgencita de La Rosa Mística en miniatura; Pegó un papelito en el monitor que decía "Recuerda agradecerle a Luis por el trabajo".

Así pasó su mañana. Decorando su pequeño espacio de trabajo y haciendo una que otra tarea frente al computador. Al mediodía, a la hora del almuerzo, va hasta el microondas que hay en su departamento para calentar su potecito Tupperware que contiene el exquisito menú del día: arroz, pollo guisado y tajadas. Todo preparado el día anterior. Olvidó los cubiertos, pero no importa, allí, en su sitio de trabajo, tienen diminutos cubiertos desechables para la comodidad del trabajador.

Luego, sale a la calle con par de compañeros de trabajo a "fumarse un cigarrito para hacer la digestión" y de paso echar una habladita, entrar en confianza, romper el hielo. Le informan que se aproxima el intercambio de regalos, que tiene que regalar algo entre 500 y 700 Bs. Que pusieron ese rango de precios para "no exigirle tanto a las personas". Ella, obviamente, sonríe y asiente con la cabeza. También le informan que debe invitar a todos los de su departamento a almorzar el viernes siguiente al pago de su primer salario. Es costumbre en esta y todas las instituciones. Ella, sonriente, vuelve a asentir.

Regresan a la oficina y hablan sobre la "hora del burro", sobre lo fastidiosa que es esa hora, sobre lo ladilla del trabajo, sobre lo mucho que está enfriando el aire acondicionado, sobre quién hace el café para la tarde, sobre el juego de béisbol o fútbol del fin de semana y sobre un supuesto bono "que viene por ahí".

Después de 1 hora sin hacer nada, vuelven a sus labores frente a los computadores. Así hasta 30 minutos antes de la hora de salida, que vuelven a su conversación que dejaron pendiente en la hora del burro.

Y llegó el final del día. Chaqueta para el frío, taza para el café, fotito de seres queridos en el escritorio, una virgencita, preparar café, fumar en la hora libre, comer recalentado, comprometerse a gastar dinero en el intercambio de regalos y en el almuerzo porque forman parte de esos rituales sociales del entorno de trabajo y debes cumplir. Sí, había sido un buen día de trabajo para Juliana. Cumplió con todos los clichés. Se fue feliz del ministerio a su casa.

Y al llegar a su casa dijo: "Ah, qué chévere es hacer la revolución".

viernes, 2 de agosto de 2013

Evaristo, Dios y el capitalismo.

Supongamos que se llama Evaristo. Supongamos que no lo conozco.

En 2011, a Evaristo un médico cubano le diagnosticó cáncer de pulmón. Le dijo que ya era irreversible. Que no había nada que hacer. Y el ser humano, siempre empeñado en que le perfumen la mierda, confundió esa sinceridad, tan escasa en este mundo, con crueldad. Acostumbrados a adornos, a esperanzas, a sonrisas falsas, recibieron con desagrado que alguien les dijera la realidad tal como era: Va a morir.

"¡Esos médicos cubanos no saben nada!"

Evaristo y la familia fueron a una clínica privada. Donde, según ellos, sí saben de medicina. En la clínica privada les confirmaron (ya siendo el año 2012) que sí, que Evaristo tenía cáncer... ¡Peeero! Eso no es todo. En la prestigiosa clínica privada le dijeron a Evaristo y su familia que el cáncer no estaba "tan" avanzado.

Evaristo y su familia, creyentes todos (católicos, evangélicos, santeros y hasta darwinistas), pusieron toda su fe y esperanza en ese "no tan avanzado". En la consulta todos reían: Evaristo, familia y doctor. Evaristo y familia reían, nerviosamente, esperanzadamente, porque quizá la realidad iba a cambiar de la noche a la mañana. El doctor reía, seguramente, esperanzadísimamente, porque la realidad no iba a cambiar. Porque él sabía lo que iba a pasar y sabía que la playa en Margarita es más sabrosa cuando se disfruta con Heineken o Bavaria bien fría.

Y así se fueron, Evaristo y su familia, felices, contentos, esperanzados, llenos de ilusiones.

Y así se fue el médico, feliz, contento, seguro, lleno de seguridades.

Un año después, Evaristo, ya había sido sometido a múltiples quimioterapias y radioterapias. En su mano se notaba la quemadura que causa la inyección. En sus muslos ya se notaba la flaqueza. En sus ojos ya se notaba el dolor. Lo que no se notaba, ni en las placas ni en los exámenes de sangre, era la ausencia de cáncer. Lo que tampoco se notaba, por ninguna parte de Evaristo y mucho menos de su familia, era la desesperanza. Todos, absolutamente todos, como ciegos guiados por un bastón hecho médico, confiaban en la quimioterapia.

Lo que tampoco se notaba era la preocupación del médico.

Un año de quimioterapia. El médico dice: "El tumor solo ha logrado aumentar de tamaño". Todos lloran. Todos acusan al doctor de estafador, de charlatan, de haber jugado con la salud de Evaristo, con la esperanza de su familia, con la ilusión de la vida. Todos, los católicos, los evangélicos, los santeros y hasta los darwinistas, maldijeron al médico. Lo condenaron al infierno.

Ellos, Evaristo y sus familiares, entre tanta maldición, entre tanta arrechera, entre tanta mierda... Creyeron que el capitalismo era cuestión de una sola persona, de un solo médico, de una sola clínica... ¡Y consultaron a otra persona! ¡Que era otro médico! ¡Que era de otra clínica (más prestigiosa, claro)! Y adivinen qué les dijo esa otra persona, ese otro médico, de otra clínica (más prestigiosa, claro)...

Sí, les dijo que había esperanza. Y sí, Evaristo y la familia, como buenos católicos, evangélicos, santeros y hasta darwinistas, lo creyeron.

Y sí. Resumamos: Se volvió a repetir la historia. Quimio (dinero), más quimio (más dinero) y mucha más quimio (y mucho más dinero). Un día a un familiar se le ocurrió preguntar: "¿Y hasta cuándo quimio, doctor?" Y el doctor tuvo las santas putas bolas de responder: "Hasta que la aguante".

¡HASTA QUE LA AGUANTE!
¡HASTA QUE LA AGUANTE
¡¡¡¡¡HASTA QUE LA AGUANTE!!!!!

Todos sentimos dolor. A veces sentimos más dolor al ver sufriendo a otro. Pero nunca sufrimos tanto dolor como cuando vemos a un familiar sufriéndolo. Y que venga un muy prestigioso médico a decirte: "Él va a seguir sufriendo mientras no se muera"... ¿Y todo por dinero? Maldito hijo de puta.

La desesperanza aumentó. La familia de Evaristo acudió a brujos, santeros, naturistas y todo charlatán que dijera que podía curar el cáncer... Incluso acudieron a Dios.

Dos años han pasado. Dos años de estar en una cama. Dos años de Evaristo y su familia pagando quimio tras quimio. Dos años de Evaristo en una cama. Dos años de Evaristo pudiendo haberse cogido mil putas... Pero no, las mil putas se las cogió el doctor. El doctor con la plata de Evaristo.

¿Dios? Dios sigue siendo la mejor publicidad para los doctores. Por eso vemos clínicas llamadas "Santa Virgen de La Estafa" y "Dr. José Gregorio El Fraude". Los doctores felices con la esperanza. Mientras haya esperanza, habrá Evaristos y Evaristas que, antes de morir, les paguen la camionetota.

¿Hoy? Hoy los doctores ya no ven a Evaristo. Ya no hay excusa para verlo. Ya no hay quimio que aplicar. De vez en cuando llega una noble enfermera y le dice tres palabras bonitas, sinceras, de apoyo... A veces Evaristo sonríe. Pero no sonríe tanto como el médico con su dinero.

Y ahí sigue Evaristo: Condenado por Dios y el capitalismo.


domingo, 14 de abril de 2013

Poema recitado por niños de pre-escolar de un Círculo Infantil en La Habana, Cuba. A ti comandante de Venezuela que a todos los niños les diste escuela usted no se ha muerto usted siempre vive en nuestros corazones honrados y sublimes. Usted es el comandante entre tantas hazañas seguidas de Bolívar y de sus batallas. Los niños cubanos lo recordamos con cariño, amor respeto y esmero porque mañana seremos pioneros Y hoy Comandante a los niños de tu pueblo queremos regalarle este verso nuevo Usted fue el mejor alumno de nuestro Comandante porque ha sido ídolo un guía elegante Usted es único que ama con devoción y siempre ha mantenido la revolución Comandante Chávez que así te llamaban porque eres tan grande el pueblo te reclama Cuba y Venezuela Chávez y Fidel los niños cubanos te adoramos también Somos niños de quinto que hoy estamos aquí en nuestro círculo infantil para empezar a vivir

lunes, 26 de marzo de 2012

Las promesas de Capriles

Capriles nos promete paz, tranquilidad, amor, abrazos, rosas multicolores, canciones de reggae hechas realidad y todo un mundo perfecto, decorado con escarchas y foami. He aquí varias promesas del candidato de ensueño:

• Las borracheras no causarán ratón.

• Arcoiris nocturnos.

• Nubes de algodón de azúcar.

• La Vinotinto (De la mano de Empresas Polar, obviamente) ganará el Mundial Brasil 2014 goleando a un híbrido entre Brasil, España y Messi.

• La pelota cuadrada para Kico.

• Lluvias de chocolate.

• Todo venezolano se ganará el Kino con 15 aciertos.

• Una Robotina para cada hogar.

• Una Sexotina para cada Nixon Moreno.

• Auroras boreales.

• Clima merideño para todo el país.

• No existirán colas, retraso del metro ni Maelo Ruiz sonando en los buses.

• Todos seremos nietos de alguna viejita millonaria como en las novelas.

• La paz entre Dios y el Diablo.

• Podremos respirar bajo el agua.

• Hombres: Llegar tres veces seguidas sin sacarlo y durando 20 minutos cada vez.

• Mujeres: Tendrán hombres que les cocinen y les provoquen múltiples orgasmos con cunnilingus.

• Catolicismo feminista.

• Big Mc dietético.

• Power Rangers que combatirán los monstruos comunistas ideados por Hugo Repulsa.

• La paz mundial y demás deseos de cualquier Miss promedio.

• Unicornios Rosas de mascota.

• Semen sabor a frutas.

Mucha ha sido la expectativa en cuanto a CÓMO el candidato planea cumplir dichos objetivos, su plan de gobierno, propuestas, políticas, métodos, herramientas, etc. Muchos han especulado en torno a esto, ¿Propondrá la tarjeta Mi Negra?, ¿Privatizaciones?, ¿Paquetazo del FMI y BM? ¡Pues no! Se equivocan. El candidato ha develado cuál será su estrategia y ha dicho textualmente: "Nos hemos dado cuenta que si hacemos las cosas bien, las cosas nos salen bien". No te preocupes, amigo, ¡tu futuro está garantizado!